Melisa subió rápidamente y se introdujo en su habitación, pero pasados unos minutos, tocaron a la puerta, pero antes que pudiera reaccionar Daniels había entrado, "estúpida"- se reprendió a ella misma, -"como no le ibas a pasar el cerrojo."
— ¿Qué quieres ahora?- le pregunto molesta, pero realmente estaba dolida y nerviosa porque él siempre lograba alterar sus emociones.
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