Apuesto que... | Gigi.
Mientras nos dirigimos al hospital, Estrella me cuenta todo sobre los nuevos trabajos de la editorial.
- ¿Y Noémie? - pregunto en cuanto termina.
- Dijo que nos ve ahí - responde Miriam.
Asentí ante eso y me pongo a pensar sobre las locuras que ellas hacen por mí y hace que mi corazón se comprima de la alegría.
- Mira ahí está - dijo Miriam.
Mis ojos viajaron a la puerta del hospital para ver a un Noémie bien vestida.
Noémie era empleada de las empresas Viagon, una empresa automotriz con grandes cantidades de clientes y muy buena calidad de productos.
- Hola - salude en cuanto llegamos con ella.
- Hola - respondió ella antes de abrazarme - bueno términos con esto.
Noémie odiaba los hospitales, les tenía mucho rencor y aun así aquí estaba.
- En serio no era necesario que vinieran - dije ahora ya con las tres.
- No te alteres - dice Estrella - además Miriam puede pasar con un médico por la gripa.
- Como molestas - dice Miriam, aunque todos somos conscientes de que nos encantan los cuidados de Estrella.
- Bueno entonces yo voy a la consulta - les comento.
Las demás asienten y antes de perderme en mi cita escucho como Miriam acepta lo de ir con un médico.
- Hola, ¿Anderson? - pregunta la doctora.
Asiento y me siento cuando ella me lo ofrece.
- Bien, empezaré haciendo unas preguntas de rutina y ya después iniciaré los estudios.
| ° ° ° |
Salgo del consultorio y me encuentro a las chicas afuera.
- ¿Qué tal la consulta? - pregunta Estrella alzando la vista de los papeles que tiene en el regazo.
- Bien, solo debo esperar los estudios - respondo, giro para ver a Miriam quién está perdida en sus pensamientos - ¿Tú qué tal?
- Paracetamol - dice con una sonrisa en labios.
Asiento, pero no entiendo porque está tan perdida.
- Le ha encantado él médico - dice Noémie.
Mis cejas se alzan por la noticia.
- Si, sin duda - confirma Miriam - pero se ve muy pijo y seguro no sale a beber.
Estrella niega con la cabeza y continúa con sus papeles.
- Vamos ya - dice de repente Noémie - ya me quiero ir.
Estoy a punto de decirle que solo hay que esperar mis estudios, pero la voz de una enfermera me interrumpí.
- Señorita Anderson - llama y yo volteo a verla - ya puede pasar al consultorio.
Asiento y me encaminó hacia allá, vuelvo a tomar asiento y la doctora que me atendió al principio sonreí mientras termina de leer los documentos.
- Bueno Gigi - dice al fin - te tengo buenas noticias.
"Sabía que eran lombrices."
- Estás embarazada - dice.
"Espera... ¿Qué?"
- ¿Qué? - pregunté.
- Si, Gigi, estás embarazada - repite - llevas ya tres semanas.
- Pero... - iba a decir que eso era imposible, pero ¿Lo era?
- No te alteres Gigi - dice - es normal que no lo notarás; a muchas mujeres no les pasan ninguno de los efectos.
Asiento, pero la verdad ando muy desconectada.
- Te pasaré a otro doctor - dice por fin llamando mi atención - una persona especializada en embarazos.
Le tomó la palabra y sin más me da mis resultados médicos.
- Bueno - termina levantándose - espero verte aquí en tus consultas.
Asiento y sin más salgo, cuando veo a mis amigas. Cuando las tres me ven me miran impacientes.
- Apuesto a que son lombrices - dice Miriam.
- Sí, claro - coincide Noémie.
- Vamos quita esa cara - pide Estrella quién me arrebata los papeles y las tres se ponen a leerlo.
- M****a - dice Miriam recibiendo una mala mirada de la enfermera que va pasando.
- Apuesto a que es un varón - rompe el silencio Noémie lo que provoca las risas de todas.
- Vámonos - dice Estrella y nos dirigimos a la salida.
"Apuesto que me voy a matar."