Ha pasado un año desde la última vez que charlamos al respecto. La semana pasada festejamos mi cumpleaños número veinticuatro, y en verdad he de agradecerle a Inossa por el esfuerzo.
Invitó a gente cercana y se quitó de compromisos. Le habló a un par de músicos y a gente de la disquera. Estuvo mi agente, también, pero a Cristian lo omitió.
—¿Y Cristian?
—No quiero que tu fiesta huela a oficina.
—¿Perdón?
—Perdonado.
—¿No te agrada Cristian?
—No es mi persona favorita, aunque tampoco me cae tan mal como te cae a ti.
—¿Por qué dices eso?
—Julio, conmigo no tienes que fingir. El hombre estalla en envidia y lo sabes. No entiendo cómo sus fans no se dan cuenta, si cada día se toleran menos.
Es cierto