Rayan comprendía que su cachorra tenía muchas cosas en la mente, razón por la que muchas veces le decía cosas que le hacían poner todos sus vellos de punta. Como lo había hecho antes ¿A qué se refería con lo que le había dicho antes?

No es como si Leticia se fuera a desaparecer de su vista así sin más ¿verdad?

No, Leticia no le haría eso a él y menos cuando estaban tan bien en lo que él podía llamar una relación. No como novios formales dado que Leticia aún no le había dado respuesta y como él pudiera desear, pero si como parejas. Se besaban, tenían citas, tenían buen sexo. Solo faltaba la respuesta de ella. Sin embargo, no se desesperaría, presionarla no era nada bueno.

Habían llegado al costado de la casa de Leticia cuando ya el cielo se había vuelto oscuro y el reloj marcaba más de las 10 de la noche. Rayan apagó la moto y miró por encima del hombro.

-Me siento realmente decepcionado que tenga que dejarte aquí cuando aún tengo tantas cosas que hacer contigo ¿verdad Leti?

La chica s