—Es un gusto conocerlo, señor Aiken, yo soy…
—Sé quién eres, el gusto es mío cariño, por todos los dioses, eres aún más hermosa de lo que jamás creí… Las fotografías no te hacen justicias, te pareces tanto a tú…
—¿A quién se parece? Tú no conoces a nadie a quien se parezca padre…
Axel había interrumpido las palabras del hombre, aquel que pareció un poco avergonzado y asintió, pero sin importarle lo suficiente
Pues había caminado hacia ella y la había tomado de la mano, la observo con unos ojos que Jade jamás en su vida había visto
Aquellos llenos de lo que creía cariño, pero era imposible, ¿Por qué el padre de Axel se mostraría cariñoso? Ella no era más que una desconocida
Una que estaba segura de que había atraído hacia él, grandes pérdidas, pues había notado como Axel no había dejado trabajar, lo hacía todo desde el hospital claro estaba
Y cando ella solía enviarlo a casa, debido a la vergüenza de que este podría llegar a tal vez arruinar su trabajó o ser regalado por su padre
La re