UNA REINA EN EL CORAZÓN DEL RY. CAPÍTULO 71. No te estás esforzando
¿Resistirse? ¡Ni de broma!
Solo fue cuestión de algunos segundos para que Hasan se subiera a aquella camioneta y se dejara llevar a donde ella quisiera. Y donde Giulia quería era simplemente lejos de allí. El lugar era lo de menos, lo único importante era la soledad.
Sintió los dedos de Hasan enredarse en los suyos y durante más de media hora se internaron en el desierto, hasta que Giulia detuvo el auto a la pequeña sombra de algunas palmeras.
No hubo palabras, propuestas, ni mucho menos explicaciones, solo dos bocas que colisionaron en un beso salvaje, como si intentaran sacarse todo el estrés y la tensión de los últimos días a besos.
—¡Dios, me estaba muriendo por besarte! —suspiró Giulia sentándose a horcajadas sobre él y lo sintió echar atrás su silla mientras sus labios bajaban desesperadamente por su garganta, jugueteando con su cuello y haciéndola sonreír.
Pero la desesperación era mutua, y Giulia le abrió aquella túnica al mismo tiempo que Hasan le sacaba el uniforme y besaba