Él solo se quedó parado por dos segundos; luego, corrió tras ella.
La chica tenía el cabello hasta la cintura y estaba hablando por teléfono mientras caminaba. Diego la miraba fijamente desde una distancia, pero de repente ella entró en una puerta contigua.
Diego corrió hacia allí y descubrió que era una escalera de emergencia. La persiguió, pero ella había desaparecido. No se dio por vencido y fue a revisar el piso de abajo, pero tampoco la encontró. Inmediatamente llamó a Pablo.
—Quiero ver las grabaciones de seguridad de tu centro comercial; envía a alguien a contactarme.
—¿Qué, te has perdido algo? —preguntó Pablo.
—¿Has tenido contacto con ella últimamente? —Diego cerró los ojos y luego los abrió, preguntando.
—¿Quién...? —Pablo parecía darse cuenta de inmediato—. ¿Te refieres a ella? La última vez que tuvo fiebre hablamos un poco; luego no hemos vuelto a contactarnos.
—Sospecho que ha regresado al país. —Diego apretó el móvil con fuerza.
—No puede ser, no he oído nada. —dijo Pabl