Anton esperaba atentamente los rechazos a sus puntos del acuerdo, mientras bebía su trago y observaba de reojo a Yalens, pero para su sorpresa la mujer deslizo el papel sobre la mesa girando su cuerpo en la silla.

—Estoy de acuerdo señor Kalman ahora yo le indicaré mis condiciones así que puede hacer pasar a su asistente.

Anton abrió sus ojos de la sorpresa bajo la mirada fija de Yalens, así que arqueo sus labios en un sonrisa, enviando un mensaje desde su celular, unos segundos después ingreso de nuevo a la oficina Dustin.

Yalens si se había sentido incómoda con el último punto pero no podía permitir que esto la descolocara. Anton había estado coqueteando desde el día anterior así que solo lo tomaría como provocaciones de su parte.

—¿Señor me nesecitaba?— pregunto Dustin al ingresar a la oficina.

—Si toma nota de los puntos del acuerdo que desea la señorita Reymond.

El ambiente en aquella oficina era denso, con insuficiencia para respirar, podria pasarse un cuchillo y se cor