Un minuto después
Fernando volvió al carro con una expresión de confusión.
—La señorita huyó cuando me vio.
Alex le lanzó una mirada, vio su expresión agraviada y le preguntó.
—¿Adónde ha ido?
—Mirando la dirección, parece que es al lavabo.
—Entonces ve a la salida y sigue esperándola.
Fuera como fuera, ella saldría, pensó Alex en su mente.
—Señor, ¿por qué no baja y espera usted mismo? ¡Eres demasiado insincero!
Alex quedó sin palabras.
¿Era porque no quería bajar y esperar?
Acababa de fotografiarse con ella hacía algún tiempo, y no sabía lo que llevaba puesto hoy, así que, ¿y si le fotografiaban de nuevo? Se estima que la popularidad volverá a subir después de que se suprima fácilmente.
—Señor, es por esta falta de sinceridad que la señorita se divorció de usted, ¿verdad? Quieres perseguir a la señorita de vuelta y tú mismo no te bajas del carro para esperar, eres así …
Alex cerró los ojos, pellizcándose las sienes que le dolían de tanto ruido, su voz era delgada.
—Baja y espera