La verdad es que Luis José me había sorprendido por completo, jamás me imaginé que algo así pudiera suceder tan pronto y mucho menos que tuviera el anillo de compromiso guardado durante tanto tiempo sin decirme nada.
La pequeña Beatriz que se encontraba en los brazos de su abuelo sonreía y aplaudía con sus manitas como si supiera lo que estaba pasando, sin lugar a dudas fue uno de los momentos más felices que había vivido después del nacimiento de mi hija.
Me incliné hacia él y le di mi mano mientras le decía emocionada:
— Sí cariño, claro que acepto casarme contigo.
Luis José me colocó el anillo y luego me besó tiernamente en los labios, Barradas y Lola gritaron de felicidad mientras nos felicitaban llenos de mucha alegría.
— Bueno tenemos que brindar por este momento tan especial. — dijo Luis José mientras que Lola enseguida exclamó:
— Voy por las copas y una botella de champán.
Fue un momento realmente tierno, yo no dejaba de besar y abrazar a Luis José, sentía que por fin habí