Madeline nunca pensó que existiese un rostro así en este mundo.

Sin embargo, a juzgar por el hecho de que la dama fuera capaz de mostrarse tan tranquila y se acercara primero a Madeline, ésta supo que no se trataba de una mera coincidencia, sino de un plan tramado por alguien más.

La dama se dio cuenta de que Madeline la miraba con ojo crítico. Eso intrigó su interés mientras curvaba las comisuras de los labios.

"Eveline, ¿te sorprende ver esta cara mía? O quizás, ¿estás sorprendida gratamente? Que en este mundo haya alguien que tenga exactamente la misma cara que tú".

Madeline miró tranquilamente el perfecto rostro que tenía ante sí, similar al suyo, y esbozó una sonrisa. "Gracias por hacerme saber que soy bonita, pero lo siento, no voy a creer que en este mundo haya alguien con la misma cara que la mía. Te acercaste a mí a propósito y eso solo demuestra que tienes intenciones ocultas".

Ella sonrió y sus ojos brillaron claramente.

"Supongo que debes ser alguien que conocía. ¿Por