Violeta San Marino
2 días después.
El viaje en avión duró varias horas, y una vez que lleguamos a California, ya nos estaba esperando Domenico; el mejor abogado del país, además de ser un excelente amigo de mi difunto padre.
Domenico estaba enterado de todo gracias a que mi hermano lo puso al tanto y él nos iba a ayudar con la demanda de divorcio. Después del vuelo, todos llegamos cansados y más yo, ya que al estar embarazada me agoto mucho más de lo normal.
Mi madre insistió en que me quedara con Ades en nuestra casa y para no llevarle la contraria; eso justamente es lo que hicimos. Una vez que llegamos a la mansión, me dí un largo baño de inmersión para liberar el estrés del viaje y también para renovar energías ya que iba a necesitar estar muy fuerte para todo lo que vendrá.
Al día siguiente de haber llegado a América, llegaron los abogados de Ades, los cuales también se hospedaron en casa para poder trabajar todos juntos en la demanda de divorcio.
Los días que siguieron antes de la