Capítulo XXII. La amante falsa
La cena se llevó a cabo entre gritos, discusiones, insultos y malos tratos entre Gerard y sus dos hijos. Al poco tiempo de que la cena dio inicio Martha ordenó a Roger que se sentara a un lado de ella, así fue, unos instantes más tarde el teléfono móvil de Gerard sonó y él se retiró de la mesa para atender a la llamada.
- Bien - Leonard se puso de pie - será mejor que Isis y yo no terminemos la cena por hoy - dijo a su madre y me tomó de la mano para que yo también me levante.
- Vamos querido, no te estarás tomando en serio las amenazas de tu padre ¿o si? - dice Martha, que al parecer no sabe nada de que yo estoy al tanto de las intenciones de su marido y las suyas.
- Eso no importa por ahora, pero como esposos que somos Isis y yo merecemos respeto y privacidad. A partir de mañana no cenaremos más en esta mesa si mi papá está presente - nuevamente Leonard me acomoda tras de él mientras discute con su madre.
- Supongo que no será de mucha importancia que ustedes dos no estén pres