Capítulo XXI. La mudanza
- Me parece que eso no será posible - Roger nos mira a ambos.
- ¿Qué es lo que no será posible? - le pregunto temerosamente.
- Que tú te mudes al apartamento de Leonard - me responde Roger.
- ¿Por qué no? ¿Cuál es el problema? - pregunto sin entender a qué se refiere aunque por el rostro de Leonard puedo casi adivinar que una mala noticia viene en camino.
- De algún modo le han hecho llegar a nuestra madre la noticia de que ustedes dos se han casado - me he casado bajo mi verdadera identidad ¡Martha no puede darse cuenta que aún sigo con vida! - y ahora quiere que ustedes dos se muden a la finca enorme que es la casa de nuestros padres - aclara Roger, Leonard no dice nada solo respira agitadamente.
- Pero aún con eso este podría ser el refugio perfecto para Amelia, estaría acompañada de Pablo y lejos del alcance de tu padre - una fuerza interna se apodera de mi.
- Isis tiene razón, Amelia estará más segura aquí que cerca de nuestro padre, lo mejor será que ella se quede aquí con