Entró al recinto cargando una cámara en el hombro. De su cuello colgaba una identificación con el nombre de Arthur Peck, camarógrafo para el canal Telesat. Los guardias y los policías lo dejaron pasar sin más, vestía una playera del canal, vaqueros y una gorra que ocultaba parte de su rostro. Llevaba un maletín donde guardaba su arma.
Escuchó por el radio que debía tomar su posición enseguida y que, en una hora más o menos, estaría comenzando el evento y que después le sería difícil avanzar entre el gentío.
Llegó hasta la tercera planta, donde instaló la cámara y desde ahí poder mirar el panorama de todo el centro de convenciones.
—En posición —dijo por radio.
—Listo, ve a tomarte un descanso, después vuelves con eso —dijo la otra persona.
—En