La tensión se siente en el aire, tanto Oleika como Adaku están a la expectativa porque esa ex bruja siente la energía flotar a su alrededor.

Es una especie de dolor y tensión que nunca antes había sentido a su alrededor.

— ¿Qué sucede?— dice Adaku manteniéndose de forma exquisitamente controlada, observando cada movimiento de la pelirroja— creo que no deberías estar aquí, no a esta hora.

La luna ya había llegado lo más alto en el cielo y todos se encontraban preparándose para el gran ritual.

— Realmente… ¿No sabes por qué estoy aquí?— cuestiono Oleika al mismo tiempo que se acerca de forma tranquila a la vieja mujer.

— ¿Cómo lo sabría?— respondió Adaku a la defensiva— dime ¿qué haces aquí? No des más vueltas, por lo que siento que me lo digas es inevitable.

La morena no sabe por qué, pero la mirada en los ojos de la pelirroja ha cambiado cosa que no le gusta absolutamente nada.

— ¿Te has arrepentido?— cuestiona Adaku de forma instintiva— ¿ya no quieres formar parte de ritual? Yo lo en