uff que se vienen ahora??
— Te lo estoy diciendo, eso es lo correcto — repetía Trent con tono desesperado y conteniendo su deseo de explotar en contra de ella. Adaku se encontraba dando vueltas en la pequeña sala de la cabaña del brujo mayor sobando sus manos una y otra vez al mismo tiempo que veía el suelo.— Es peligroso, el maná necesario para poder seccionarlo es mucho mayor de que cualquier brujo podría tener.— Mi maná es suficiente, no voy a arriesgar a nadie de este aquelarre a que ponga su vida en juego, solo por decisiones que me corresponden a mí y ¡solamente a mí!- Indicó Trent.Ese momento la intensidad de las palabras del brujo hizo que Adaku se girara para verlo nerviosa y desesperada por hacerlo entender.— ¡¿Qué es lo que quieres?!— le gritó ella desesperada y frustrada— ¿ hacerte el héroe? Reúne a los más fuertes y tú sólo da las indicaciones— ¿Eso es lo que quieres? ¿ser un humano igual que yo?, porque yo no tengo maná, ¡mi magia fue arrancada!Las palabras estaban llenas de dolor, de rabia
Se llega el momento de hacer el ritual.— ¿Estás segura?— cuestionó Malcolm una vez más mirando a los ojos a Oleika, sus manos temblaban desesperadas por no saber cuál sería el resultado de todo esto.— Claro, si no lo hago ahora, sí que puedo afectarte a ti, a toda tu raza y no estoy dispuesta a arriesgarlos de esta manera, cualquier cosa que tenga que suceder conmigo, sucederá, no huiré más de mi destino. Malcolm se agachó deseoso de absorber cada gota de miedo de ella, cada gota de terror que esa pequeña y amada mujer sentía recorrer por sus venas, odiaba verla así, y esa necesidad fue catapultada a ella.El beso fue apasionado, tranquilo pero al mismo tiempo estaba plagado de una necesidad de hacerla comprender que no estaba sola, que fuera cual fuera el resultado, él estaría a su lado, él la apoyaría sin importar que tuviera que sacrificar toda la existencia de las criaturas de este mundo, en este punto nada importaba más que ella.— Ha llegado el momento— Adaku con una voz pro
Oleika abre los ojos temerosa de lo que está a punto de encontrarse, de forma inesperada se encuentra en medio de una habitación rodeada por Trent y Adaku.En ese instante la mirada de Oleika comienza a buscar a todo su alrededor por Malcolm, pero no lo encuentra.— ¿Dónde…— dice con el corazón a punto de salirse de su pecho—¿dónde está él?“Puede perder la vida, explotará, no sabemos el costo por el ritual” las palabras de antes llegaron a su mente sin consideración, castigándola.No sabía si el ritual de seccionamiento de linaje había funcionado pero, ahí apoyándola y siendo su pilar se encontraba Malcolm ¿dónde estaba él ahora?Una mirada cómplice y fugaz entre ellos dos, hizo que Oleika se alterara de forma inmediata, sintiendo una avalancha de electricidad recorriéndola.— ¡Díganme que él está aquí! ¡díganme que él está vivo! ¡por favor, por favor!— comenzó a rogar sintiendo que su labio comenzaba a temblar.En ese instante, algo que jamás había sentido sucedió.Su loba, al sen
— ¡No! ¡no!— Gritaba Oleika desesperada, moviendo su cuerpo y sudando ante el pavor que sentía una especie de sombra estaba comenzando a inundarle sin piedad, sin contemplación.En ese instante escuchó un susurro~ Pelirroja, cariño~ la voz de Malcolm en medio de la inconsciencia de esa pesadilla que la estaba abrumando, se alcanzaba a salir de entre las sombras.Su voz se escuchaba llena de terror, miedo al igual que el que ella estaba sintiendo.En ese segundo que ella abría los ojos y se sentaba desesperada en la cama, su respiración se agitaba cada vez más, su pecho botaba desesperadamente, su corazón estaba acelerado, pero su vista poco a poco iba enfocándose.Se encontraba de nuevo su habitación, había pasado toda la tarde intentando comunicarse con la esencia del lobo de Malcolm y no lo había conseguido, su instinto le decía que seguía vivo pero la comunicación se había roto.Excepto… por esa pesadilla, que ya llevaba tres veces repitiéndola esa misma noche.Oleika cierra los o
La criatura mortal y completamente concentrada en Oleika era una araña tejedora.Una criatura enorme, caracterizada por vivir en lugares oscuros y solitarios, todas sus patas terminaban en unas pezuñas fuertes y afiladas que podrían cortar hasta un diamante en dos.Los bellos que cubrían todo su cuerpo, eran sensores por los que se identificaba el movimiento de cualquier peligro cercano.El sonido del corazón de Oleika era un aviso donde se encontraba en ese instante.Oleika tomó una roca con su mano, la cual se encontraba incrustada en la pared y la arrojó en dirección contraria, el ruido inesperado y la vibración en el aire distrajo a la araña tejedora lo suficiente como para que ella corriera intentando escapar.La oscuridad era muy fuerte y todo el lugar era desconocido, ella solo dio unos cuantos pasos para tropezarse con unas rocas que se encontraban en el suelo.Salió volando por el aire para impactarse en el suelo y rodar una y otra vez hasta detenerse en contra de la pared con
— ¿Qué sucede?— cuestiona Oleika en medio de pensamientos inundados por la incertidumbre, su cuerpo se siente pesado pero al mismo tiempo cálido, abre los ojos y se encuentra con el rostro maravilloso de ese hombre que lleva mucho tiempo amando.Malcolm se gira, al mismo tiempo que ella mueve su mano para colocarla en su pecho.— No— la detiene, al mismo tiempo que toma su mano para evitar que toque su herida. — Te estás curando cariño, todo estará bien.— ¿Qué sucedió?— cuestiona ella nerviosa.— Que finalmente podremos estar juntos, eso sucedió — declara Malcolm al mismo tiempo que de forma decidida pero insegura acerca su rostro al de ella y toca sus labios con los de ella.De forma tranquila y sin ningún otro movimiento que no sea el contacto sutil de sus labios, Oleika siente que es como una declaración de complicidad.La sensación de estar uno al lado del otro.No la besa, solo la toca como si el contacto físico fuera algo más profundo que una caricia.— Creo que ya estás rec
Sus manos temblaban y todo su cuerpo estaba fuera de su control.— Malcolm escucha — decía ella con tono nervioso, con la respiración agitada y su voz temblorosa— no lo hagas por favor, no lo hagas permíteme hablar, por favor, no me destruyas así… Permíteme…— ¿Permitirte que?— la desesperación en la voz de Malcolm era algo que jamás había escuchado en él antes.— Detente por favor… no… no…— ¿Qué no ves?— preguntaba él — ¿no te das cuenta? necesito esto, ¿no lo puedes hacer por mí?....En ese momento Malcolm cerró los ojos, quitó sus manos del cuerpo de Oleika como si le quemaran y metió su miembro en el pantalón, para comenzar a caminar hacia atrás.Ella de forma desesperada, comenzó a acomodar toda su ropa y a alejarse de él, de su presencia hasta que quedó en una orilla contraria a donde se encontraba él, hecha un ovillo en una esquina de la habitación.— ¿Qué me sucede?— jadeó Malcolm con el rostro perdido, con sus ojos abiertos de par en par observando sus manos.Oleika a
Oleika no se dejaría intimidar, no se dejaría sentirse presionada por absolutamente ninguna de las actitudes extrañas que había mantenido Malcolm todo ese tiempo.— Dime — lo retó ella — dime ese secreto que me estás ocultando, eso que no puedo saber, ¡habla Malcolm! ¡Te estoy dando la oportunidad de explicarte antes de que me haga miles de ideas en la cabeza!Oleika lo mirabas con empatía y un grado igual de incertidumbre, tratando de hacerlo saber que esa intimidad de pareja que mantenían los dos en confianza, apego y dulzura de mantenerse intacto y valer de algo en momentos tan inquietantes como estos.Malcolm comenzó a caminar inquieto moviendo sus manos mostrando su nerviosismo.— No creo que lo entiendas — dijo él con una voz profunda llena de pesar.— Si no me lo dices no lo voy a comprender, pero explícamelo… habla conmigo Malcolm,— Oleika que se acercó un poco más pero siempre le permitió mantener su espacio personal intacto— tú no eres así.Hasta que un instante después el