-He vuelto a casa, Ma-
Lukyan no podía creer quien estaba delante de sus ojos y se acercó al recién llegado tomándolo de las mejillas con sus palmas temblando.
-¿Aidan? ¿En serio eres tú?- su mirada recorría el cuerpo de su hijo que a pesar de estar frío estaba lleno de vida.
El lobo más joven agarró una de las manos de su madre y besó su palma.
-Si ma, soy yo, estoy de regreso- sus ojos plateados vacíos enfocaron el hermoso rostro del omega para después inclinar hacia un lado y alzar la mano- Hola pa-
Dante estaba tan conmocionado que todavía no reaccionaba. Ante esto Aidan dejó a su madre y se acercó al alfa palpándole la mejilla suavemente.
-Así es como me recibes después de 10 años sin verme, puedes ser realmente frío pa- él alzó una ceja.
Dante carraspeó su garganta antes de hablar.
-Dimitri, encárgate de ese lobo e interrógalo- le dijo a su hermano que todavía no salía del trance al igual que el resto de los miembros de la manada ya que todos habían sabido de la partida del cach