Bárbara.
Domingo, 18, noviembre, 2029.
Me siento frustrada, estresada y ahogándome en un vaso de agua, ya llevábamos 3 días peleados, si, su enojo sobrepasó las 24 horas como lo pensé y estaba vez es en serio, todo por no querer decirle la verdad que me tiene en desesperación.
Bajo las escaleras y entro al comedor donde están los gemelos, Richell y él, me siento a lado de Milán que revisa en su tablet las noticias mientras toma café, empiezo a servirme y Florencia me trae unas frutas, el apetito se me cierra y solo logro tomar jugo, Richell me observa por un momento dudando de algo y niega tomando un pan, los gemelos solo comen en silencio.
— ¿No tienes hambre? — pregunta Richell.
— No tengo, es raro, debe ser un resfriado — toco mi cuello pero no tengo fiebre, siento la mano de Milán en mi frente, lo