Cap. 50
entrelazados por el amor
Héctor
Pronto entendí la preocupación de mi madre, así que con todo cariño comencé la conversación.
- ¿Qué pasa, no te ves bien? - ¿Quieres acostarte un rato, o quieres que te pida algo, te traje ese bocadillo...
— ¡Por favor, Héctor, no hables de comida, soy terrible y de solo pensarlo quiero vomitar!
— Cierto Lorena, pero igual es mejor que vayas al médico, si quieres te llevo, ¡o si prefieres te llamo uno aquí!
— No hace falta, ya fui hoy, y acabo de confirmar mis sospechas, y de ahora en adelante quiero que estés tranquilo, no he estado con nadie y te juro que no miento, por favor Héctor...
— Tranquila, amor, no tienes que ser así, y ni siquiera te justifiques, Lorena. Ya lo sé todo, ¡hasta tus miedos!
"Héctor, ¿realmente lo sabes?"
- Si bebe, y no, nunca voy a dudar de ti, y se que es mi bebe, estoy asombrado con esta noticia, y se que aunque no es lo que planeaste por el momento, te pido que tengas paciencia eso pronto podrás hacer realidad tus s