Capítulo 8
Narrador omnisciente.
Muchos años atrás, en una aldea tranquila, las personas veían el amor de una joven pareja, Alía y Onion, una pareja que todos adoraban. Su amor era tan evidente que cuando te acercabas a ellos, podías sentir la paz que emanaba de su relación.
Sin embargo, no todos eran felices. En las afueras de la aldea, en un rincón apartado con la mejor vegetación, se encontraba la cabaña de Oscurus. Nadie sabía si ese era su verdadero nombre, ni quién era en realidad. Solo una persona lo conocía: Alía. Ella lo visitaba a menudo, ofreciéndole su sincera amistad. Sin embargo, Oscurus no deseaba solo eso. Él quería más, mucho más. Pero Alía, en su ingenuidad, no se daba cuenta de sus verdaderos sentimientos.
Una noche, cuando Alía iba a encontrarse con Onion, este no apareció. En su lugar, Oscurus se presentó ante ella. Ella se sorprendió, pero no le dio mucha importancia. Pensó que su enamorado simplemente se había retrasado.
—La noche está muy bonita, ¿no crees, Alía