Capítulo 20
Después de una noche mágica Kevin dejó a Clara en la puerta de su casa sana y salva como le había pedido su madre. Sin embargo, mientras se despedían Clara sintió que su corazón estaba lleno de felicidad y no podía dejarlo ir.
La cita había sido todo lo que había soñado y más, pero muy a su pesar no podía seguir reteniéndolo en la puerta de su casa. Así que luego de un último beso ella con una sonrisa en el rostro entró a su casa, sintiendo que flotaba en el aire como una nube de algodón.
— ¡Estoy en casa! — gritó Clara, corriendo hacia su habitación, ya que no podía contener su emoción.
Una vez dentro de su cuarto, se lanzó sobre su cama, riendo y brincando como loca sobre el colchón por tanta felicidad. La noche había sido perfecta, y no podía esperar para contarle a su madre y a sus amigas todo lo que había sucedido.
Poco después de su llegada su madre apareció en la puerta de su habitación, sonriendo al ver a Clara tan emocionada luego de su cita. Eso le había quitado