38. FALARIS… ¿MORIRÁ…?
Noah
Estaba con un terrible dolor de cabeza, el mundo me daba vueltas y ni qué hablar del estómago. Levanté la mirada encontrando a Mao nadar muy feliz en lo que el cínico de Falaris veía a la nada misma con sus enormes ojos amarillos, era extraño verlo tan quieto, pero no iba a enfocarme en sus pataletas de diva con esta resaca.
–¿Cómo te sientes?
Luna apareció con su melodiosa voz y dulce sonrisa extendiéndome un jugo y unas pastillas que no tardé en tomar.
–Gracias, pero estoy como la mierda. ¿Qué pasó anoche?
–¿No recuerdas nada?
–Lo último que recuerdo fue tener a una increíble y muy sensual mujer entre mis brazos a punto de ser devorada por mí y después nada –su tímida sonrisa borró la preocupación que se había pintado en su faz generando a su vez un cosquilleo en mi estómago.
–Digamos que por mi afán diste un mal paso y caíste golpeándote la cabeza, la verdad me asusté mucho, creí que el daño era grave hasta que empezaste a roncar –frunció sus labios conteniendo la risa y yo la