Despertar en las mañanas con Akira, es una de las mejores bendiciones que puedo tener. Poder verlo dormir y sentir su calor, es lo mejor que me pueda pasar; lástima que siempre se despierta cuando me despierto, es como si estuviera conectado a mi.
—No vayas a trabajar, quédate conmigo.—Necesito ir, no puedo estar faltando.—Lo más seguro esta noche salga a un viaje de negocio.—¿Por cuánto tiempo será?—Unos días, princesa. Hubiera querido que fueras conmigo, pero tienes ese trabajo y los niños.—Ten mucho cuidado, Akira. No quiero que nada malo te pase.—Siempre lo tengo, princesa.—Mira la hora, voy a llegar tarde— me levanté de volada para ir al baño. Me bañé y me vestí, los niños ya deben haberse ido con el ch&oacu