***NARRA GRACE***
Ciudad de México
Nathan y yo, estábamos esa noche en casa de Julia muy tranquilos viendo un programa en la televisión, cuando llegó Julia Roberts de la clínica.
–Hola chicos, veo que están muy relajados juntos – Ella sonrió – Me da gusto por ustedes, les tengo una sorpresa. Vamos a tener un invitado a cenar.
A Julia la vi muy contenta, ese invitado debía ser alguien muy importante para ella, hasta la notaba un poco nerviosa, tal vez algún pretendiente.
–Hola Julia Roberts – Respondí – Qué bueno, pero si es un pretendiente tuyo dime para cambiarme por otra cosa que me prestes. Me veo horrible.
Estaba toda desaliñada y necesitaría un buen maquillaje para tapar las ojeras que me cargaba, y la ropa que traía puesta no era muy aceptable para una cena formal.
–Tú nunca estás horrible, tú siempre estás preciosa Grace. Eres la mujer más hermosa y divina del mundo – Me halagó Nathan – Dinos Julia Roberts, ¿Quién es el afortunado?
Julia se puso roja como un tomate y me daba