Mirabella Leone

Llore, llore, hasta que no quedaron más lágrimas en mis ojos.

Traté de sacar todo el dolor que me hizo sentir, ver esa escena me dejo el corazón hecho pedazos.

Es algo tonto que me sienta de esta forma, se supone que ella siempre estuvo en su vida, la recién llegada soy yo.

Me tardo unos minutos más, arreglando mi maquillaje, cuando me veo presentable, decido salir de mi escondite.

Tranquila Mirabella, no deje que te afecte... Respira.

Cuando estoy llegando a mi escritorio, sale de su oficina indicando que me necesita.

— Dígame señor Lombardi, ¿en qué puedo ayudarlo?. - Háblo tratando de mantener la calma.

—Mirabella, lo que viste, no es lo que piensas Fiorella se me lanzo a los...

—Señor Lombardi, no necesita darme explicaciones, lo que haya pasado entre su prometida y usted no es de mi incumbencia.

— Cerecita ella no es...

— Si no tiene nada más que decirme señor Lombardi, continuaré con mi trabajo.

Me retiro sin esperar una respuesta.

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Veremos cuánto te duro tu