Aunque por fuera no se notase, su cuerpo temblaba un poco, y se sentía como un idiota esperando una respuesta. Xavier pasó un trago a la vez que Ana limpió sus dedos por los ojos.
Su silencio le estaba preocupando en demasía, quería que ella se lanzara hacia él y le gritara mil veces sí, pero supo que aún había una brecha entre ellos.
—¿Cómo lo conseguiste? —preguntó Ana de forma lenta.
Xavier caminó hacia ella y tomó su mano para que se relajara, era un tema largo en el que ella debía recibir toda la información posible. Caminó al sofá de nuevo y luego se sentó con ella, como de costumbre. Soltó un poco de aire y luego posicionó los ojos en los suyos.
—Tengo… algunos contactos… —comenzó a decir de forma pausada—. Se contactaron con, Fort Lewi