Capítulo 18
Rebeca
La verdad era que todo estaba siendo mucho más incómodo de lo que pensé porque entre el silencio y los ruidos de los cubiertos siendo sanados en el plato no se escuchaba nada más.
Nadie hacía ninguna pregunta o decía algo y yo solamente mantenía una de mis manos entrelazadas con la de Daniel por debajo de la mesa. Tenía que darle fuerzas y mostrarle que yo estaba ahí a su lado tal y como me pidió y este solamente lo agradeció dejando un beso en el dorso de esta.
Cuando la cena iba avanzando un poco, al parecer su padre ya estaba cansado de tal abundante silencio y de la nada decidió hablar de lo primero que salió de su boca.
- Y dinos, Rebeca ¿Desde cuándo eres madre? ¿Qué tiempo tiene tu hijo si podemos saber? Aún no he tenido en placer de verlo bien.
- Pues mi bebé está a punto de cumplir los dos años y preferiría no hablar del tema. No me gusta mucho hablar de él porque prefiero guardarme las cosas bonitas solamente para mí.
- ¡Vaya, sorprendente! En eso te par