En lo que Vanya sostenía la mano del señor Fabrizio la puerta de la habitación fue abierta, la señora Stella entró con los ojos llorosos y miró a su padre con mucha preocupación.
_ Papá _ ella lloró _ papito.
Ella salió corriendo donde se encontraba su padre y se arrodilló al borde de la cama, el anciano con su otra mano acarició la cabeza de su hija mientras trataba de consolarla.
_ Mi Stella, cuanta falta me hiciste _ él lloró _ me duele tanto ver el tiempo que perdí por una terquedad, actué mal y ahora estoy pagando mis errores.
_ No hables papá, verás como te alivias y vamos a hacer muchas cosas para olvidar el tiempo perdido _ ella tomó su mano _ hay que llevarte al hospital.
_ Mamá _ habló Luca _ el abuelo no quiere ir y hay que respetar su decisión, la abuela también lo apoya.
Aunque la señora Stella se negaba a esto, al final terminó por acceder, ella se colocó al lado de su papá y él preguntó por Gadiel así que su yerno se acercó adónde estaban.
_ Perdoname Gadiel, fui un ton