Escuché a Cocoa ladrar y miré hacia el jardín del vecino.
—Oye, parece que la profesora está en casa —dije, señalando.
—Ella regresó al día siguiente que yo —dijo Oliver, asintiendo.
—Debería ir a verla y asegurarme de que todo esté bien entre nosotras —dije. Dejé mi mimosa a un lado y agarré la fun