La trato como una jodida reina toda la mañana. La chica pidió desayuno, y decidí llamar a Tatya, nuestra (muy bien pagada y poco trabajadora) chef, es divertido, porque los Hoffman adoran hacer su propia comida, pero Tatya siempre estuvo en la nomina.
— Dios, esto es delicioso — asegura mientras come un Syrniki con jalea y arándanos, lo devora haciendo graciosos sonidos y gestos — ¿es tradicional? — pregunta con la boca llena, yo sonrío y asiento antes de tomar un bliní y sumergirlo en miel, le doy un mordisco y luego comparto con ella, quien está más que encantada, accedió a desayunar en la piscina, así que estábamos los dos solos y desayunando todo un festín mientras veíamos una película en el proyector
— por completo — aseguro — Tatya es rusa y suele consentirnos cada vez que queremos algo de casa
— ¿C