Capítulo 6

Los policías habían rodeado todo el lugar, por eso incluso cuando les apuntaron sabían que tenían la situación controlada, un grupo de helicópteros apareció en el cielo, entonces todos se quedaron mirando un buen rato, hasta que nadie podía mover ni siquiera un dedo.

—Todos bajen sus armas y levanten sus manos, no vamos a permitir que nadie se escape de este lugar —dijeron en un parlante.

—¡Jod*r! —el señor Vladimir Petrov estaba muy preocupado, admirando que la situación se hubiera salido de control de esta manera —. ¡Bajen las armas! —terminó ordenando, mientras que todos sus matones obedecían.

—Perfecto Sr. Petrov, me encanta que haya tenido la delicadez de haber bajado las armas, esta guerra no es contra usted, ni mucho menos contra las personas en las cuales confía, pero usted tiene a una persona que es de suma importancia para nosotros, así que espero que pueda entregárnosla y saldremos de acá tranquilos todos —el oficial del parlante habló, el Sr. Petrov enseguida