Chocolatito

Capítulo 3

—¿Qué? No es posible… El señor Norton tiene el 82% de la capital de la empresa.

—Sí, y ya lo hemos transferido a su cuenta personal todo el dinero.

—Eso quiere decir que el capital de la empresa va a disminuir tanto, por esa razón es que los inversores estaban tan asustados, debo de irme, el señor seguro me pedirá reembolsar cierta cantidad para poder estar a mano con el Sr. Thompson —dijo Tom, mientras que se enteraba despavorido que su jefe siempre fue súper rico los únicos que sabían que él poseía tanto dinero en el capital eran los inversores, que apenas representaban un escaso 18%, por esa razón quería quitarle todo a Norton.

**** Mientras tanto en la oficina****

—Señor, disculpe no vi el tapete.

—No te preocupes, además no tienes que preocuparte más por eso, quiero que estés atenta a lo que se nos aproxima, además, no tendrás que usar más ese tapete, ya que nos iremos de acá pronto —le respondió Norton, pero sin embargo no la soltaba, ella se percató de esto y enseguida se zafó de sus brazos.

—Lo siento señor.

El la miró con una sonrisa: —Ya te dije, no te preocupes son accidentes. Pueden ocurrir en cualquier momento, ahora te pido por favor que termines lo que te pidió Tom.

—Él solo me pidió que estuviera pendiente de usted y de lo que necesitara.

—Bueno, por favor recoge las cosas que están empacadas y llévalas hasta mi auto, está en el nivel B1 en el puesto presidencial.

—Sí señor —dijo la Srta. Wilson.

—Por cierto, a partir de ahora prefiero llamarte Kathy que es tu nombre, me gusta hacerlo así, entró en mayor confianza, aunque tú debes de seguir diciéndome señor.

—Sí señor, no hay ningún problema —respondió Kathy sonrojándose un poco.

Norton entró a su oficina, y cuando el desapareció del frente de Kathy fue que ella pudo respirar.

“De verdad que el presidente está loco, ¿Pero será que me está seduciendo? Eso no lo comprendo bien, ya que soy alguien de bajo recursos, un hombre como él jamás podría fijarse en mí”. Pensó Kathy, al darse la vuelta se percató que había un montón de cajas que debía de bajar, estaban no solo las cosas del jefe, sino también las de Tom, y una enorme cantidad de papeles y documentos.

“No puede ser… debo de bajar todo esto para su carro”. Pensó, y justo en ese momento volvió a aparecer el CEO.

—Acá está la llave de mi carro, por favor no vayas a rayarlo…

Ella lo miró con una sonrisa y él le lanzó las llaves para que ella las atrapara en el aire, algo que hizo a la perfección.

—Bien, tienes buenos reflejos —luego de eso desapareció en la oficina nuevamente.

Ella lanzó una mirada de odio hacia él, era la primera vez que le hacían eso en el trabajo, sin embargo después de unos minutos, ella miró de nuevo todas las cajas y tomó varias, no podía del todo con ellas, pero era mejor hacer pocos viajes, salió de la oficina directamente al ascensor y lo presionó, después de una breve espera llegó el ascensor y ella bajo hasta el sótano donde estaba el vehículo de su nuevo jefe.

Al presionar las llaves para que alguno sonará, se percató que sonó una camioneta increíble, era un nuevo modelo de la empresa Running, era totalmente eléctrica, era grande y además extremadamente lujosa, la parte interior tenía un acabado de oro y sus asientos, eran un de un cuero sintético de excelente calidad.

“Este tipo tiene mucho más dinero que el Sr. Thompson, dios mío”. Pensó Kathy mientras que guardaba las cajas en el enorme maletero, “Creo que acá entra toda la oficina y hay espacio sobrante” se dijo, mientras que guardaba las cajas observó algo que le llamó la atención, era un bikini muy sexy, al parecer la dueña lo había dejado allí en una noche de pasión en el auto. Kathy quedó impactada, pero de todas formas decidió no darle mucha importancia, la movió con una de las cajas hacia una esquina, cerró el auto, le pasó el seguro y subió de nuevo.

Al llegar de nuevo a la oficina estaba Tom sorprendido, mientras que Norton estaba con una chica muy hermosa que tenía sus manos sobre su cuello.

—Amorcito, espero que salgamos de viaje hoy, desde hace día espero nuestro viaje.

—Irina, sabes muy bien que no debes de venir a mi oficina. Te lo he dicho muchas veces —le respondió Norton de mal humor, Irina Petrov, era su prometida una chica hija de papi y mami y muy absorbente.

—Srta. Pertov, que bueno verla por acá —respondió Tom algo incómodo porque ya no podría hablar con su jefe —Señor, necesito preguntarle algunas cosas, no sé si podrá darme algo de tiempo, es sobre la decisión de la directiva y el capital.

—Claro que sí —respondió Norton mientras que desataba los brazos de Irina que estaban casi que amarrados como unos cordones de zapato a su cuello —Irina, espera afuera mientras que resuelvo varios temas importantes.

—Nada es más importante que yo osito… —ella enseguida intervino, Norton solo la miró con un rostro de odio, ella enseguida comprendió que era algo grave ya que de no ser así Norton no lo habría visto de esa manera —. Pero bueno osito, si quieres te doy algo de tiempo para que puedas resolver esos asuntos rápidamente, te quiero en mis brazos de nuevo.

—Sí, está bien —dijo él solo para zafarse de ella, y llamó a Tom a su oficina, luego cerró la puerta tras de él.

—Bien Tom, ¿Qué sucede?

—Señor, debo de hacer la transferencia por los 10 millones de dólares a la empresa.

—Por supuesto, te daré los Tokens más tarde para que hagas todo el proceso, y además ahora estarás a cargo de estas cuentas. Espero que por favor no quieras quitarme el dinero, confió ciegamente en ti. Aunque como deberás de imaginar ese no es todo mi dinero, ni siquiera es la mitad de él.

Esto impacto a Tom, la cantidad de dinero que la empresa le había transferido era muy alta, demasiado, los 10 millones de dólares eran insignificantes con respecto al resto, por eso Norton lo había dado sin mucho problema.

El teléfono sonó de repente.

—Buenas tardes —contestó Tom —. Señor, son periodistas, al parecer todos se han enterado de su despido. Ahora todos están haciendo muchas preguntas. Quieren que dé una rueda de prensa.

—Yo…

****Afuera de la oficina****

—¿Y tú quién eres? —le preguntó Irina a Kathy.

—Un placer, soy Kathy Wilson, la nueva secretaria del Sr. Bays.

—Ahhh… y ¿Para qué Norton te necesita si ya tiene a Tom?

—No lo sé señora, solo sé que él mismo me contrató temprano —Kathy se reservó el hecho de que su contrato de intercambio hubiera costado 10 millones de dólares, sabía que no era buena idea decir nada al respecto.

—No quiero que estés muy cerca de osito, él solo me quiere a mí cerca, así que ten cuidado, por lo general las mujeres como tú solo son unas zorr*s que quieren el dinero de los hombres.

—Señora, le pido por favor que me respete, además como ya le he dicho, ha sido él quien me ha contratado a mí porque me necesita, yo solo haré mi trabajo. No tengo ningún interés amoroso en su esposo.

—Más te vale perr*.

—Deje de insultarme —dijo Kathy ya más harta de que Irina la insultara.

—Eres solo una simple empleada, ni te atrevas a hablarme de forma irrespetuosa.

—¿A qué se refiere señora?

—Que no me caes bien y haré que mi prometido se deshaga de ti de inmediato, no quiero verte en este lugar de nuevo.

—Pero si yo no…

—¡AUXILIO OSITO! Esta mujer está loca ¡Me está golpeando!

—Estoy viendo todo por las cámaras de seguridad, ni siquiera te ha tocado un pelo... —respondió el hombre desde adentro.

Irina se quedó en blanco mientras que Kathy se reía. Justo en ese momento, al ver su sonrisa frente a la derrota que había tenido, Irina le lanzó una bofetada a Kathy.

¡PAFF! El cachete de Kathy quedó ardiendo y rojo, con toda la mano de Irina marcada.

—Deja de reírte m*ldita perr*.

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