-Lo sé- respondió ella con tristeza mirando al suelo- estoy conciente que no podré librarme jamás de él, es un imposible, algo a lo que no puedo aspirar, aunque intentara escapar, nadie me ayudaría, no creo que alguien esté dispuesto a enemistarse con Giovanni, y aunque lograse escapar, tú lo has dicho, no hay un lugar en el mundo, donde pueda esconderme de él, aunque decidiera meterme bajo las piedras, allí me buscaría, y creo que no es por amor, sino por orgullo.
-Pero tú si le amas- la miró a los ojos.
-Le amaba mucho, si, pero. . . ¿ cómo podría seguirlo amando después de todo lo que me ha hecho vivir?, con cada golpe, cada bofetada, cada grito, el amor se ha ido desgastando, se deterioró por completo. No lo amo y jamás podría volver a amarlo.
-Esta situación es muy delicada,