Cuando salieron de la prisión había periodistas por todos lados con sus cámaras y micrófonos haciéndoles preguntas mientras los seguían a su auto. Pero Daniel y Nicolás los ignoraron subiéndose al auto y poniéndolo en marcha.
Daniel le marcó a su padre para hablarle de un juez que se apellidaba Hyland y que siempre fue detrás del caso de Frank Anderson. Le contó que era el padre de Jessica y que le gustaría que se conocieran antes de regresar a Liverpool. Eduardo decidió investigarlo por él.Estacionaron frente a una cafetería. Se bajaron del auto y se sentaron en la terraza de dicha cafetería.—Buenos días —saludó un camarero que se había acercado a su mesa —¿qué desean?Daniel pidió un capuchino, en cambio, Nicolás pidió un bocadillo y café con leche.—Ya no cabe duda que está loca —dijo Nicolás una vez que se marchó el camarero.—Al menos ha salido algo bueno de que regresara a nuestras vidas, — habló Daniel — Jessica.—Por supuesto.—¿De verdad que