—¿Qué quiere decir con eso, Kyra? — indagó el hombre sintiendo cómo un fúnebre escalofrío recorría su cuerpo. Esa misma mirada la había visto en el rostro de Roksana cuando ella se dio cuenta de la verdad de su padre, pero el presidente le había pedido que no lastimara a su propio padre, al final de cuentas era su familia. Le llevó mucho tiempo tranquilizarla, hacer que esta entrara un poco en razón, por eso mismo, ella decidió llevarlo a la ruina sin tocarle un solo cabello, eso era lo que la había detenido para que no buscara venganza de su propio padre, pero ahora ¿quién podría detener a Kyra?
—No se preocupe por eso… yo me encargaré — una sonrisa ladina hizo una aparición en sus labios. Este era el momento en el que Nicholas podía contemplar las semejanzas que había entre esas dos y, si él no hubiese conocido a Bella, aseguraría que Kyra y Roksana eran madre e hija. —Nada más que debemos destruir esto antes de que Roksana se entere… es lo mejor.
—Sí, debemos hacerlo, antes de que