—Charles— susurro Emma al sentir sus caricias —Charles te pedí tiempo— Emma está agitada
—¿por qué esperar tanto cuando nos deseamos?
Ella vuelve a morder su labio.
—no lo hagas Emma, si no es por que nuestra hija esta aquí no tendría piedad de ti
—no dejas de ser dominante en la cama Charles
—¿y te gusta? si verdad... dime que no hay nadie como yo
Como ella no lo hace, él baja hasta su feminidad.
Charles al ver sus gestos de placer, sabe que su orgasmo se aproxima.
Abre bien sus piernas.
—Emma quiero sentirte— suplica Charles
—ha sido suficiente Charles
—Emma no me hagas esto
Emma está desesperada al sentir el roce de la hombría de Charles en su intimidad.
—entra ya— ordena Emma
Charles, esta más que feliz, se acomodo bien y listo para entrar cuando Dulce María, se mueve ambos se miran y luego miran a la Bebé
Ella muerde su mano, para evitar gemir.
—Charles no puede ser, la niña
—ella se va quedar dormida otra vez mírala.
Charles se mueve lentamente, aunque desea destrozar