Llevaban más de una semana de viaje y la pequeña mancha que comenzó como un punto en la palma de la mano de Chloe ya cubría la mitad de su brazo. Sabía que su tiempo se estaba acabando y que si no conseguían encontrar la última pieza la maldición acabaría con ella.

Chloe y Black se adentraron en el antiguo templo, sus corazones latiendo con determinación mientras la puerta de piedra se cerraba detrás de ellos, sumiéndolos en la penumbra. El aire estaba cargado de un ambiente místico, lleno de ecos de un pasado lejano y secretos guardados. Sabían que la única manera de romper la maldición que atormentaba a Black y prometía acabar con la vida de Chloe estaba en dar con el último objeto el legendario Espejo de la Verdad.

Con cada paso quedaban, exploraban pasillos adornados con relieves que narraban historias de valentía y tragedia. Chloe, siempre atenta a los detalles, notó que algunos símbolos brillaban con una luz tenue, como si le estuvieran guiando. Eso le infundió un poco de fe p