Después de recoger mi ropa, mi dulce y alguna que otra cosa, nos vamos al departamento de Leonard.
-¡Bienvenida...! - exclama efusivamente- Ahora esta es tu casa -me alza con maletas y gato incluido y me hace entrar al departamento.
-No exageres que no me quedaré mucho tiempo.
El levanta una ceja y me sonríe de esa manera misteriosa que me intriga y me está volviendo loca.
-Leonard ya dime, ¿porque eres tan misterioso? - pregunto ya cansada.
-¿Yo, misterioso? - carcajea dándome un beso - te amo, es lo único misterioso.
-Sí, claro - pongo los ojos en blanco, no le creo nada.
-Sé que no me crees...
-¿Cómo demonios sabes, que no te creo? - pregunto fastidiada, Alza los hombros y me besa.
-Por tu rostro, ya te dije que soy muy sensitivo y me doy fácilmente cuenta de estas cosas. Vamos al cuarto, te daré la bienvenida que te mereces.
Con eso hace que olvide mi molestia, me da una bienvenida especta