Calista
Me vestí con uno de mis trajes en color violeta, me acerqué a ayudarle con su maleta mientras él se terminaba de vestir. Su celular no paraba de recibir llamadas a las que declinaba todas.
—¿Crees que fue accidente? —pregunté sentándome en la cama y verlo desde mi posición peinarse el cabello.
—No, sólo es negligencia de su parte.
—¿Has pensado en que harás con el equipo a cargo?
—Despedirlo, no acepto a incompetentes trabajando para mi —dijo tornando su rostro demasiado serio, frunciendo su entrecejo y enfriando su mirada.
Asentí sabiendo que no le gustara que objetaran en sus decisiones, de igual forma tenía razón en sus decisiones, lo ocurrido era un gran golpe a la reputación de la constructora. Las acciones bajarían, los clientes protestarían y la confianza se desestabilizaría.
Abandonamos la habitación y bajamos al primer piso, él decidió esperarme en la sala donde mis padres estaban, mientras tanto iba a despedirme de mi abuela que aún descansaba.
Toqué a su puer