Bajo una luz tenue, observó sus ojos y no encuentro algún temor en ellos. Se estaba abriendo mucho a mí y no tenía temor por ser esto usado para dañarlo. Sin duda, este no era el empresario frío que conozco y yo, no soy ya la secretaria inmune a sus encantos.
— ¿Qué nos pasó? ¿Qué hicimos para llegar a este momento, cuando antes éramos jefe y secretaria que escasamente hablaban del trabajo? — pregunto confundida.
— Las personas cambiamos y Asher, parece ser cupido, porque nos unió de una forma que no pensamos. Ahora, que veo que puedes hablar conmigo sin sentir malestar, me alegra que poco a poco, vuelvas a ser la chica antes de todo esto.
— ¿Aunque sea la chica antes de involucrarme sexualmente contigo?
— Kim, no es tu culpa que me gustes. Es mía y yo tendré que lidiar con eso. Tú has lo que te ayude a sanar, ¿de acuerdo? — pregunta Alessandro y yo asiento — Bien, iré a dormir, hasta lo mismo.
— Puedes dormir con el bebé si deseas — digo cuando se levanta.
— No es necesario…
— Eres s