"Buenos días, señorita Sandra", dijo una mujer con apariencia de marimacho.

"Buenos días, ¿quién eres?" preguntó Sandra porque no reconocía a la mujer que sabía su nombre.

"Ah... parece que el señor Zio no te lo dijo o lo olvidó. Soy Alea, quien te llevará a donde quieras ir".

Sandra frunció el ceño. "Conductor... lo siento, pero no lo necesito".

Sandra no quería llegar tarde al campus, así que se fue inmediatamente. Ni siquiera le importaba lo que dijera la mujer que decía llamarse Alea.

Sandra solo sonrió levemente mientras negaba con la cabeza, Zio, ¿por qué tuvo que prepararle un conductor privado? Espera, Sandra inmediatamente miró hacia atrás.

"Humph, Alea fue rápido", murmuró Sandra y luego inmediatamente caminó hacia la parada de autobús que no estaba muy lejos.

Cuando Sandra llegó a la parada del autobús, había varios trabajadores y estudiantes como ella. Poco después llegó el autobús. Uno a uno subieron al auto