Día la fiesta de bienvenida.
Habían pasado solo tres días desde que Sebastián vio a Scarlett en las noticias. En brazos de otro hombre, añadiría Sebastián. Y eso hizo que los últimos tres días le parecieran tres años.
Aunque no para Ava.
Ella había redescubierto su pasión por las compras, por adornarse con infinidad de vestidos y joyas demasiado pesadas para su frágil cuello. Hacía años que no se sentía así.
El anillo de bodas en su dedo había sido más una cadena que una bendición, ya no podía coquetear con su colección de hombres, y habría estado bien si realmente sintiera que la corona de reina de la ciudad le pertenecía, pero, ¿cómo podría sentirlo cuando apenas veía a su marido?
Había esperado que Sebastián estuviera enfadado por un tiempo, pero eso se convirtió en un rencor entre ellos que él nunca pareció superar. Ava lloró la primera vez que descubrió en las noticias que su marido tenía a otra mujer en sus brazos, también lloró la segunda vez, y la tercera, la cuarta...
Al final