Sophia sintió como su respiración se ralentizaba cada vez más, el frío comenzaba a calarle hasta los huesos lo que la hizo pensar si aquello se trataba solo del clima o quizá era que estaba perdiendo sangre, el lugar en el cual había quedado no le protegía de nada y eso le hizo cuestionarse si debía permanecer allí.

“Tengo que resistir el máximo tiempo posible, debo ser fuerte, después de tantas cosas no puedo morir de esta manera”

Con esfuerzo, levantó un poco la cabeza y divisó lo que parecía ser una cueva espaciosa. “Puede representar un resguardo, pero también temo que puedan habitar animales que me puedan atacar aún más por el olor a sangre”.

Solo tardó unos segundos en decidir qué hacer, el panorama no era bueno, así que comenzó a arrastrarse despacio. Se percató de que solo uno de los brazos parecía estar lesionado, así que avanzó cada vez con más rapidez.

Apenas llegó a la cueva, se puso de pie, aquel lugar era profundo y muy oscuro, por lo que no se aventuró a adentrarse muc