CAPÍTULO XXVI. ENCONTRARLA
Gael
Habían pasado tres días desde que vi a Anissa y no había vuelto a tener noticias de ella. Eso me tenía inquieto. Con todos los peligros que estaban merodeando el Reino, especialmente los peligros a los que ella se exponía, necesitaba asegurarme de que estaba bien.
No esperaría más tiempo para obtener una respuesta.
—Neil —Lo interrumpí. El castaño había estado hablando—. Espera, no puedo seguir con esta conversación.
Aquella mañana, él fue al pueblo para revisar algunas zonas que le indiqué, en ese momento se encontraba explicándome sobre los posibles sospechosos, esos que bien podían ser cambia formas. Siempre tenían cierto patrón de actitudes que los delataban; controlar sus instintos se