Yeimi estaba en un congreso de medicina en el extranjero, pero si Daniel enviaba su helicóptero a buscarla, ella estaría allí en diez horas.
—Yeimi puede estar aquí en diez horas. Está muy bien, como para estabilizar el estado del paciente. No correrá peligro ahora que el marcapaso robótico, creado por Grupo Santa, está implantado en su pecho. Podemos que ella vuelva para encontrar un antídoto — opinó.
Los demás médicos asintieron con la cabeza.
Hace un tiempo, Yeimi curó a un paciente que estuvo a punto de morir tras ser intoxicado con un veneno desarrollado por Mansilla, un país famoso por sus venenos mortales. Aún nadie había desarrollado un antídoto, pero ella consiguió crear uno y demostró que nadie era mejor que ella para neutralizar venenos.
Todos llegaron a un consenso.
Antes de que sacaría pudiera salir para pedirle a Daniel que llevara a Yeimi de vuelta al país, Belén lo detuvo.
—¡Espera! — dijo—. Diez horas es demasiado tiempo. El paciente puede esperar, pero T