Daniel la vio irse y luego se fue a la grada de la audiencia. «¡Debo tener fe en ella!»
Mientras tanto, Piero había regresado a la sala y enseguida se apresuró hacia los bastidores, pero era demasiado tarde. Estaba a mitad de camino cuando escuchó el anuncio del el presentador y vio que las cortinas del escenario se abrían. Se detuvo y levantó la mirada hacia el escenario. «Si Belén hace el ridículo, puedo usar esta excusa para deshacerme de ella. Ahora que lo pienso, no está nada mal».
En la audiencia, Bruno y sus amigos miraban con despreocupación el escenario. Un momento después, miraron en simultáneo a un lugar. Las chicas sobre el escenario, A diferencia de Rita, no tenían puesto un atuendo formal y costoso, sino que llevaba puesto una remera o sencilla y pantalones de gimnasia, un atuendo que no combinaba para nada con un recital de piano. Aun así, de forma asombrosa, comandaba elegancia y a plomo, que, que aunque hubiera actuado con una bolsa puesta, no hubiera quedado fuer