El otoño había llegado. Aunque el clima todavía era muy caluroso, uno podía sentir los escalofríos de la suave brisa.

Tang Ruochu se apoyó en la cabecera de su cama y bajó la mirada mientras se enfocó en el libro en sus manos.

Song Anyi le había prestado ese libro especialmente. Ella había dicho que era un libro muy popular en Internet y que era una muy buena lectura.

En realidad, era solo una novela romántica sobre un Director Ejecutivo dominante que se enamoró de una cenicienta.

Sin embargo, ella tuvo que admitir que era realmente un buen libro. Aunque el guión estaba pasado de moda, el lenguaje del autor la hacía menos vulgar.

Ella no pudo evitar sentirse atraída por el libro.

El sol brillaba a través del cristal transparente.

La luz del sol brillaba por todo el piso. Una ráfaga de viento traviesa se coló por las rendijas de la ventana y movió suavemente las cortinas.

La persona sobre la cama miró hacia abajo al libro y había una leve sonrisa jugando en las comisuras de sus