Aura entra a la oficina mientras termino de arreglar los últimos papeles, algo me dice que está por irse y solo venía a despedirse.

—¿Te vas también? –cuestiona y asiento.

—De hecho solo estaba esperando a que entraras a la oficina, me gustaría que me acompañaras a comer. Tengo una reservación en Le fleur.

La veo dudar un poco y puedo sentir su incomodidad. Mi bestia golpea mi interior queriendo salir y tomar el control pero la detengo.

—No sé si eso sea correcto, ahora eres mi jefe.

—Bueno, a Camille no le importó eso cuando la ayudé a tener a su hijo en la ambulancia. –confieso y veo su mirada sorprendida fijarse en mi.

—¿De verdad la ayudaste con su parto? –cuestiona y yo y mi bestia nos ponemos felices por qué gracias a eso ahora tenemos su atención.

—Sí, pero no quiero hacerte perder el tiempo con esa historia.

—Ay por favor Iktan no seas ridículo. Sabes perfectamente que ahora sí quiero saber, ¿y tú no vas a decirme?

—¿Entonces eso es un si a mí invitación? –cuestiono y ella asiente y sale de la oficina.

Yo salgo detrás de ella apenas tomo mis cosas rápidamente, no voy a perder la oportunidad de compartir más tiempo con Aura, la mujer que parece ser mi alma gemela.

***

—Este restaurante es mi favorito. Siempre tienen comida deliciosa y a mí me encanta comer pero últimamente solo podía llevarme a la boca un trozo pizza por qué tenía un horario horrible y no me daba tiempo de cocinar.

—¿Qué tan buena eres para cocinar?

—Bueno, no quiero sonar presumida pero soy buena en la cocina. –asegura y casi puedo imaginar la escena de ella en nuestra casa, cocinando para los dos.

Aura habla y habla y aunque parezca que no la estoy oyendo por estar imaginando mi vida a su lado, sí lo hago. Cada palabra se cuela por mis oídos y las guardo como si fueran lo más precioso que hay en este mundo junto a su sonrisa.

Sus ojos se fijan en mi y la veo mover sus labios pero soy incapaz de orla ahora, ella toma mi teléfono y lo responde y es cuando me doy cuenta de la situación.

—Es tu madre. –dice y su expresión me inquieta.

Mi bestia se pone alerta al oír el llanto de mi madre del otro lado de la línea.

—¿Madre qué ocurre?

—Iktan, mi alma está rota, hijo. Mi vida no volverá a ser igual, el hombre de mi vida ya no está, el alfa ha muerto. –confiesa y mi corazón se hace pequeño mientras mi bestia aulla de dolor.

Dejo el teléfono en la mesa y salgo del restaurante sintiendo como todo a mi alrededor se siente tan extraño.

Mis ojos se nublan y parpadeo alejando la neblina de ellos pero es inútil, mi bestia araña mi mente aullando dolorosamente. Mi padre ha muerto, el gran alfa acaba de partir dejando sola a mi madre y a mí también.

****

Mis oídos son incapaces de oír cualquier otra cosa a mi alrededor que no sea a mi lobo interior querer salir y correr hasta perder el aliento, mis colmillos comienza a picar queriendo salir y yo no sé si vaya a ser capaz de detenerlos. Ya no sé si quiero hacerlo maldita sea.

Mis mejillas se empapan de dolor y cuando estoy a punto de mandar todo al carajo siento su mano tomar la mía.

Sus ojos se abren con sorpresa seguramente al verme en este estado, pienso que se alejará pero contrario a eso, solo me abraza y yo me aferro a ella como si de eso dependiera mi vida.

Mi bestia se relaja y se deja acariciar por la tranquilidad que Aura nos da, ella me abraza tan fuerte como puede y yo me siento menos perdido con cada respiración que doy.

—Mi padre ha muerto. –murmuro y la siento tensarse sobre mi cuerpo.

—Lo siento mucho Iktan. –responde sin dejar de abrazarme.

—Tengo que, yo debo ir y no quiero hacerlo solo Aura. No quiero ir solo porque no sé si pueda soportarlo.

—Iktan por favor mírame, sé que es difícil está situación, pero tu madre seguramente te necesita mucho en este momento, no puedes caer.

Me doy cuenta de sus palabras y puede que ella haya pasado por una situación similar a esta y por eso está actuando de esta manera.

—Aura ven conmigo, por favor acompáñame.

—¿Estás seguro que es una buena idea? Es algo tan íntimo y doloroso y yo soy completamente ajena a ti. Lo que menos quiero es hacer sentir incómoda a tu familia con mi presencia.

—¿Realmente crees que te lo pediría si no fuese importante? Aura pudiste parar algo dentro de mi que a mí me costó años, no espero que lo entiendas de hecho ni siquiera sé cómo explicarte lo que es. No tengo a nadie más aquí y me da miedo ir solo.

—Iré contigo Iktan, aunque te confieso que estoy muriendo de miedo porque no sé absolutamente nada de ti, pero sé perfectamente como se siente perder a alguien que amas y tener que pasar por todo eso sola. –confiesa y siento ese dolor que aún se mantiene en su pecho.

La abrazo a mi cuerpo y mi bestia y yo agradecemos que no nos rechace.

Hay muchas cosas que no sé de Aura a pesar de que llevo dos meses siguiendo sus pasos, ahí es que me doy cuenta de lo poco que en realidad la conozco.

Hay mucho más allá de que tome café o salga a correr a cierta hora por el parque. O que huela a vainilla y frutas. Aura Jäguer es más que eso y por supuesto yo soy más que mi oscuro secreto.

Soy un hombre que muere por hacerla feliz, que sueña con tenerla para siempre y vivir hasta que los dioses quieran. Solo les pediré que sea el tiempo suficiente para poder amarla como se merece y que me ame como siempre lo he soñado.