76. No volverás a saber de mi
La mudanza había sido menos traumática de lo que Maggie había esperado, principalmente porque lo único que se llevó fue la ropa de ella y de Dan, pues el castaño tenía en su apartamento todo lo que necesitan, incluidas las comodidades del pequeño.
Y tuvo que admitir que se sentía mucho más segura sabiendo que él estaba con ella, que no estaba sola, aunque la preocupación no haya desaparecido.
Además como los tres iban para el mismo sitio en la mañana todo era mucho más sencillo y debía admitir que amanecer y acostarse junto a Nathaniel le encantaba. Todos esos miedos e inseguridades que había estado teniendo se disiparon en la primera noche que se quedó en su casa.
Una vez en la empresa salieron del ascensor y cuando ella estaba lista para dirigirse a su oficina, la mano del castaño se enredó en la suya deteniendola.
—Nena, voy a revisar toda la información del posible aliado, si quieres puedes ayudarme, trabajar conmigo hoy.
Maggie sabía que detrás de esa invitación había más de